Son ciertos actos u omisiones realizados por servidores públicos y particulares que no constituyen un delito, pero son objeto de investigación y sanción, las cuales se clasifican en faltas administrativas no graves y graves cometidas por servidores públicos y faltas administrativas de los particulares.
Algunos ejemplos de faltas administrativas no graves cometidas por servidores públicos son:
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No cumplir con las funciones encomendadas,
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No presentar las declaraciones de situación o evolución patrimonial y de conflicto de intereses y,
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No registrar, integrar, custodiar y cuidar la documentación e información que se encuentra bajo su resguardo,
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Entre otras faltas administrativas.
Ejemplos de faltas administrativas graves cometidas por servidores públicos son:
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El desvío de recursos públicos,
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La utilización indebida de información,
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La actuación bajo conflicto de interés,
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La contratación indebida,
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El encubrimiento,
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El desacato, y
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El nepotismo.
Por otro lado, las faltas administrativas cometidas por particulares son:
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El soborno,
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El tráfico de influencias para inducir a la autoridad,
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La participación ilícita en procedimientos administrativos,
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La utilización de información falsa,
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La obstrucción de facultades de investigación, y
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El uso indebido de recursos públicos,
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Entre otras faltas administrativas.